terça-feira, 30 de outubro de 2012
Cuba seguirá apostando por una emigración legal, ordenada y segura.
25 Octubre 2012
Anuncian nuevas medidas migratorias adicionales a las ya informadas la
pasada semana, que benefician las relaciones de la Nación con sus
emigrados.
Los pasos adoptados no responden a presiones ni a imposiciones de
nadie. Responden a las genuinas aspiraciones y sentimientos profundos
de la nación cubana, incluidos aquellos cubanos que por una causa u otra residen en el exterior, y se adoptan a pesar de que Estados Unidos mantiene su obcecado afán de destruir a la Revolución Cubana.
Un programa especial transmitido por la Televisión Cubana la noche de este miércoles permitió profundizar en numerosos detalles de la actualización de la política migratoria del país y conocer
nuevas medidas adoptadas en este campo, adicionales a las ya informadas la pasada semana.
Participaron en el mismo el Secretario del Consejo de Estado de la República de Cuba, Homero Acosta, la Ministra de Justicia, María Esther Reus, el Segundo Jefe de la Dirección de Inmigración y Extranjería del MININT, Coronel Lamberto Fraga, y la Subdirectora de Estados Unidos del MINREX, Johana Tablada.
Una decisión acorde al presente y al futuro previsible Al analizar las causas que llevaron a la adopción de importantes decisiones en el ámbito migratorio, el compañero Homero Acosta señaló que el trabajo que se ha llevado a cabo surgió a partir de la indicación del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, de estudiar integralmente la política migratoria vigente en el país, sus implicaciones en el orden interno y externo, ajustándolas a las condiciones en
que se desarrolla el país actualmente y en el futuro previsible, a tono con las transformaciones económicas que tienen lugar y de algún modo contribuir al fortalecimiento de la institucionalidad.
Un objetivo esencial en este estudio sería favorecer las relaciones con la emigración cubana, que con el decursar del tiempo ha cambiado sustancialmente de una eminentemente política en los años iniciales del proceso revolucionario a otra motivada por razones económicas, que en su gran mayoría mantiene una relación favorable con la Revolución y es contraria a la política de Estados Unidos contra
Cuba.
Precisó que este estudio se realizó inicialmente un levantamiento de todas las normas vigentes, desde la Ley de Migración de 1976, su reglamento, hasta el resto de las resoluciones y disposiciones de carácter administrativo, algunas de as cuales respondían a otro momento histórico.
Para esta labor, y atendiendo a la complejidad y las implicaciones que tenía para diversos organismos y en la sociedad en su conjunto, fue creada una comisión presidida por el vicepresidente del Consejo de Estado y Ministro del Interior, General de Cuerpo de Ejército Abelardo Colomé Ibarra.
Recordó que el compañero Raúl en las tres últimas sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular abordó el tema. En agosto de 2011 hizo referencia al trabajo que en este sentido se llevaba a
cabo como parte de las medidas valoradas para reducir prohibiciones y regulaciones emitidas en legítima defensa ante las agresiones de los últimos 50 años.
En esa ocasión, en su intervención, subrayó —y cito— que “la flexibilización de la política migratoria tendrá en cuenta el derecho del Estado revolucionario de defenderse de los planes injerencistas y subversivos del gobierno norteamericano y sus aliados, y, al propio tiempo, se incluirán contramedidas
razonables para preservar el capital humano creado por la Revolución frente al robo de talentos que aplican los poderosos” —fin de la cita.
En diciembre de ese propio año 2011, el General de Ejército, ante el Parlamento, expresó —y vuelvo a citar— que se avanzaba en la reformulación y elaboración de normativas reguladoras en correspondencia con las condiciones del presente y el futuro previsible, y sostuvo la invariable voluntad
de introducir paulatinamente los cambios requeridos en esta compleja temática, sin dejar de valorar en toda su integralidad los efectos favorables y desfavorables de cada paso que demos.
En julio de 2012 ratificó —y cito— “la voluntad de la dirección del Partido y el Estado de acometer la reformulación de las normativas vigentes en esta esfera y proceder a su paulatina aplicación.
Homero Acosta precisó que las medidas aprobadas se han adoptado por decisión soberana del Estado cubano, no responden a presiones ni a imposiciones de nadie. Cuba no busca con ellas un certificado de buena conducta, responden, eso sí, a las genuinas aspiraciones y sentimientos profundos de la nación cubana, incluidos aquellos cubanos que por una causa u otra residen en el exterior, y se adoptan a pesar de que Estados Unidos mantiene su obcecado afán de destruir a la Revolución Cubana.No podemos sustraernos en el análisis de este tema de esta realidad, que condiciona en parte nuestra posición.
Estados Unidos mantiene vigente la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que facilita de manera expedita la residencia de los cubanos que lleguen por cualquier vía a suelo norteamericano, y aplica, a su vez, la política de pies secos, pies mojados, con lo cual alienta una emigración ilegal e insegura y ha provocado numerosas pérdidas de vidas humanas.
El gobierno de Estados Unidos mantiene un programa para sustraer nuestros médicos, en particular aquellos que colaboran de un modo noble en otros países.
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